Actitud
Una
definición clásica de actitud es la establecida por Allport, que la consideraba
‘un estado de disposición mental y nerviosa, organizado mediante la
experiencia, que ejerce un influjo directivo dinámico en la respuesta del
individuo a toda clase de objetos y situaciones’ (Allport, 1935, en
Martín-Baró, 1988).
Las actitudes están
relacionadas con el comportamiento que mantenemos en torno a los objetos a que
hacen referencia.
Por ejemplo: Si mi actitud hacia la política
de acreditación curricular es favorable, lo más seguro es que participaré en su
desarrollo e implementación en la U. Si mi actitud es desfavorable a cierto
candidato presidencial, lo más probable es que no vote por él en las próximas
elecciones.
Las actitudes son sólo un
“indicador” de la conducta, pero NO la conducta. Es por ello, que las
mediciones de actitudes deben interpretarse como “síntomas” o como indicios y
no como hechos.
Aptitud
Es la capacidad que se posee para realizar actividades de cualquier índole, desde físicas hasta mentales o intelectuales, cognitivas y abarca procesos como características emocionales y de personalidad
La aptitud representa la capacidad para realizar algo, ya sean actividades intelectuales, como raciocinio o memorización, o físicas como destreza, resistencia, fuerza, etc.
La aptitud también integra características emocionales y de personalidad,
Por ejemplo, una persona con bajo nivel de autoestima y poca personalidad es considerada no apta para realizar trabajos que impliquen liderazgo y motivación grupal.
Diferencias
La diferencia entre actitud y aptitud
radica en que actitud se refiere al
temperamento de una
persona frente a ciertas situaciones y aptitud es el talento, la habilidad o la
destreza que se tiene para algo.
La aptitud es la habilidad que se tiene para lograr algo.
Por ejemplo: un músico debe tener aptitud
musical, un comunicador debe tener aptitud verbal y un profesional debe tener
aptitud profesional.
La actitud es la exteriorización de la forma
emocional para enfrentar situaciones.
Por ejemplo: la actitud que se toma frente a
los problemas puede ser estresada, tranquila, asertiva, nerviosa, entre otros.
La actitud se relaciona hoy en día con la inteligencia emocional, o sea, saber cómo
reaccionar de forma asertiva equilibrando la agresividad y la pasividad
comunicacional.
Valores
Desde
el punto de vista moral, el valor es la relevancia con la que se consideran
determinados actos, actitudes y principios. Así, puede hacerse referencia a la
“palabra” como valor, la “coherencia”, etc. En el caso de que se haga alusión
al “valor” a secas, se hará referencia al coraje que una persona tenga. Desde
este punto de vista, los valores son concebidos como circunstancias de
importancia a la hora de relacionarnos con nuestros congéneres.
Estereotipos
Un
estereotipo es una generalización o sobregeneralización que no necesariamente
tiene que ser negativa ni implicar juicio de valor.
Algunos ejemplos de estereotipos son pensar que todos los japoneses son buenos en matemáticas o que a todos los negros se les da bien bailar.
Los estereotipos pueden contener algo de verdad, pero con frecuencia están equivocados.
Aunque sea cierto que algunos japoneses son buenos en matemáticas, eso no quiere decir que todos los
japoneses sean buenos en matemáticas, ni que haya algo inherente a los japoneses (por ejemplo, algún gen) que les haga ser mejores.
Algunos ejemplos de estereotipos son pensar que todos los japoneses son buenos en matemáticas o que a todos los negros se les da bien bailar.
Los estereotipos pueden contener algo de verdad, pero con frecuencia están equivocados.
Aunque sea cierto que algunos japoneses son buenos en matemáticas, eso no quiere decir que todos los
japoneses sean buenos en matemáticas, ni que haya algo inherente a los japoneses (por ejemplo, algún gen) que les haga ser mejores.
Prejuicios
Cuando
los estereotipos generan actitudes negativas hacia un grupo distinguible que nos
hacen pensar, sentir y actuar con hostilidad hacia ese grupo, hablamos de
prejuicios.
Por
tanto, un prejuicio se distingue de un estereotipo en que
a)
Es negativo
b)
No es una idea sino una actitud: implica sentimientos y predisposición a actuar
con hostilidad.
Pensar
que todos los japoneses son buenos en matemáticas no es un prejuicio porque ni
es negativo ni me llevar a tener ningún sentimiento especial hacia ellos ni a
tratarles de forma diferente.
Pensar que todos los gitanos son unos ladrones
sí es un prejuicio porque tiene una carga negativa y me lleva a percibirlos con
hostilidad y a tratarlos de forma diferente.
El
término discriminación se usa para referirse a las conductas negativas que
generan los prejuicios.
Importancia de la actitud
para el desarrollo organizacional y social
Al tener una buena actitud o
mejor dicho una actitud positiva ante cualquier momento o circunstancia en una organización,
bien sea en el trabajo, en el hogar, en nuestra casa de estudios, en la
comunidad donde vivimos, siempre habrá un buen resultado en todo aquello que se
vaya a realizar, en cambio si se tiene una actitud negativa lo más probable es
que todo lo que se vaya a realizar o a decir en esa organización o grupo de personas
no se de en buena manera, y hayan conflictos por desacuerdos entre los mismos
integrantes. Por eso es sumamente importante ante cualquier cosa tener una
actitud positiva.
Es mejor tener buena Actitud y que todo fluya de manera
positiva, a tener una mala Actitud y que todo fluya de manera negativa.
Reflexión
EL CUENTO DEL NIÑO DEL PELO VERDE
Érase una vez, un
matrimonio campesino que deseaba muchísimo tener un bebe, pasaban los años y no
venía ningún niño, así que un día, la madre fue a la bruja del bosque y pidió
que le hiciera un conjuro para así poder tener su ansiado niño.
Así lo hizo la bruja,
pero a la madre advirtió “tu
niño será especial, mágico y debes amarlo siempre, sino la desdicha te traerá”.
Y, nueve meses
después, nació un bebe precioso con unos ojos negros encantadores, pero….
OHHHHHH!!!! Qué susto se llevaron los campesinos cuando vieron que su niño
tenía el pelo verde, verde como una manzana.
Lloraron los
campesinos avergonzados del hijo que habían tenido, ¿Cómo pasearían por el
pueblo?, ¿Qué dirán los demás niños?, “que desgracia” decía la Madre, “que
vergüenza” decía el Padre.
Y, fue entonces que
la madre recordó las palabras de la bruja, “especial”, “mágico”, “debes
amarlo”, la madre se imaginó que el niño podría hacer magia, así que comenzó a
pedirle deseos, pero…. Aun no era el momento… el niño era muy pequeño.
Pasado algún tiempo,
los campesinos tuvieron 2 hijos varones más, que no habían sido pedidos con
ningún conjuro de bruja y los cuales eran como cualquier otro niño, pero… ¿Qué
paso con el niño del pelo Verde?
Luis, así le habían
llamado, era un niño solitario, triste, sus hermanos se burlaban de él, nadie
en el pueblo quería ser su amigo, en la escuela todos se reían de su pelo,
hasta el punto que el niño siempre usaba un sombrero para tapar su cabellera
que no dejaba de crecer y nunca cambiaba de color.
Un día camino a casa
por el bosque, Luis vio algo que brillaba en la rama de un árbol, se acercó y
de pronto esa lucecita se fue haciendo cada vez más grande hasta convertirse en
una preciosa Ada, habló el Ada y dijo a Luis:
“Piensa en algo que
desees y tu deseo se hará realidad,
lo único que no puedes cambiar
es como eres en verdad”
Luis llegó a casa
muy contento y dijo a sus Padres: “Puedo hacer magia!!!!”, “pedidme lo que queráis”
… los padres se rieron y sus hermanos también, pero nuevamente un recuerdo vago
vino a la mente de la Madre…. “mágico” … así que le dijo a Luis:
“Quiero ser
duquesa, vivir en un castillo, tener mucho dinero y muchas joyas, quiero ser
rica”. Dicho esto, Luis cerro fuertemente sus ojos y de pronto…. ¡Qué
maravilla!!!!!!!!!! Estaban en un castillo, hermoso, lleno de hermosas joyas,
vestidos, sirvientes, era un sueño hecho realidad.
Cuando el rumor
llego al pueblo, todos empezaron a “querer” a Luis, todos querían jugar con él
y no dejaban de pedirle deseos, que Luis, al sentirse querido y aceptado por
todos no dejaba de complacer.
La vida cambió para
Luis, desde ese día que cumplió su primer deseo, pasó a ser el niño más querido
de la ciudad… ¡Hasta que!
Una noche, de
invierno frío y de lluvia, se oyó tocar la puerta del castillo, la “Nueva
Duquesa” abrió la puerta, afuera una niña harapienta, sucia y mojada, clamaba
por comida y techo para esa noche.
“Deme usted algo de
comer, y déjeme dormir aquí, por favor. Afuera está muy frío y llueve, y tengo
mucha hambre”.
La Duquesa furiosa,
gritó a la niña, “hija de la calle, aquí no hay nada para ti, vete que ensucias
mi castillo”.
Luis, que vio lo
que había pasado, dijo a su Madre en tono de reclamo: “Madre, déjala pasar”, y
así su madre lo hizo. Luis, el niño del pelo verde, cerró sus ojos y de pronto
la niña estaba limpia, vestida con suficiente abrigo y con una mesa llena de
manjares para ella.
Mientras la niña
comía, Luis se ocupó de otra cosa… Fue a buscar a su familia y reunió a todo el
pueblo y dijo:
“Fui siempre
burlado por todos vosotros, fui aislado de vuestros juegos, de vuestras vidas,
sólo, cuando pude cumplir vuestros deseos os hicisteis mis amigos”.
“Pues os digo,
vuestra vida está llena de riqueza, pero vuestro corazón como el de mi madre no
tiene amor para los que somos distintos”
“Por eso, todo lo
deseado, será quitado y todos
vosotros seréis distintos al resto del mundo”
¡Luis cerró los
ojos y de pronto… OHHHHH!!!! Cada persona del pueblo era distinta…. Unos tenían
tres ojos, otros tenían 6 dedos en cada mano, otros tenían el cabello de
distintos colores y así… cada uno de ellos era diferente.
Luis, busco a la
hermosa niña, y con ella se fue,
a otros lugares donde él era él,
y nadie juzgaría por el tono de su piel,
ni su cabello, ni su risa, ni su forma de ser.
Michel Useche Salman C.I 24.418.385
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